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¿Cuántas ideas puedo transmitir en mis comunicaciones?

Foto del escritor: Idoia Rúa HidalgoIdoia Rúa Hidalgo


Preparar una comunicación nos resulta muchas veces complicado, tener que enfrentarnos a la hoja en blanco .... Sin embargo, una vez que vencemos este folio en blanco ¿nos resulta difícil seleccionar qué decir?


En ocasiones nos vemos con un montón de información a trasladar y con un tiempo muy limitado para hablar. ¿Qué hacer?


1. Una primera posibilidad es ¡correr!, no digo huir, sino que me refiero a hablar muy rápido, si lo hacemos podremos dar todos los datos que tenemos, ideas, … y esto ¡es cierto!, dar …. daremos, otra cosa muy diferente es lo que recibirán. Cuando aumentamos el ritmo de nuestra comunicación de una manera sostenida, el público no es capaz de hacer todos los procesos necesarios para comprender. Deben escuchar, asociar con conceptos ya registrados en su memoria, experiencias o conocimientos previos y solo después serán capaces de comprender y en definitiva, de retener la información. Así que si te estabas planteando esta opción … ¡desiste!


2. Otra opción podría ser evitar introducciones. Es decir, podemos decidir no contextualizar y entrar en materia rápidamente. Seguramente ya habrás adivinado lo que te voy a decir, ¡tampoco es una buena idea! Cuando eliminamos el contexto, negamos a la audiencia la oportunidad de entender el por qué de lo que estamos exponiendo. Para que se vea más claro, es como si en una película no nos presentaran a los personajes y de pronto te encontrarás con la trama. Seguramente, al desconocer las circunstancias que rodean los hechos, te costaría empatizar, entender los hechos, emocionarte, en definitiva disfrutar de la película. Los preliminares tienen un objetivo y hay que cuidarlos.


3. Finalmente, podríamos pensar en explicar de forma breve cada idea que tengamos que exponer, no detallar. ¿Por qué esta opción no es recomendable? Porque acabaríamos por no argumentar, resultando poco creíbles.


Entonces … ¿Qué hacemos? ¡Seleccionar! Elige la idea o ideas principales, no más de 2 o como mucho 3 ideas que quieras transmitir. Por seguir con el símil de la película, imagínate una serie de varios capítulos con casos o tramas diferentes en cada uno, ¿podrías recordar la información de cada caso si vieras la serie toda seguida en una sola sesión? ¿Lo disfrutarías?


Un exceso de información hará que la audiencia no se quede con nada, le generará escasas emociones y sobre todo, con alta probabilidad se cansará y desconectará. Así que, mi consejo es que si lo necesitas, realices más de una presentación para dosificar la información.


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