Cada vez que llegamos al cierre de una edición de los cursos de oratoria, me detengo a reflexionar sobre el camino recorrido. Y una vez más, no dejo de asombrarme: ¡la capacidad de aprendizaje de la mente humana es infinita! Cuando comenzamos siempre creemos que no vamos a poder o que no llegaremos a hacer algo interesante, hasta que nos demostramos de lo que sí somos capaces.
Como bien decía Aristóteles: "La excelencia no es un acto, sino un hábito." Solo necesitamos técnicas, práctica y compromiso para liberar el poder que habita en nuestra forma de comunicarnos.
Durante estas semanas, he sido testigo de cómo cada uno de vosotros y vosotras enfrentaba sus desafíos personales y daba pasos firmes hacia una comunicación más clara, auténtica y poderosa. Hemos trabajado juntos para fortalecer la confianza al comunicar y aprender a cautivar a nuestras audiencias. Es fascinante ver cómo, con las herramientas adecuadas, nuestra voz y nuestro cuerpo no solo transmiten palabras, sino también emociones, ideas y convicciones que calan en quienes nos escuchan.
Quiero daros las gracias, de corazón, por vuestro compromiso, por acudir con entusiasmo cada semana, por vuestra dedicación y, sobre todo, por atreveros a ampliar vuestra zona de confort 😉 . Vosotras y vosotros habéis hecho que esta experiencia sea tan enriquecedora y significativa.
Me despido con las sabias palabras de Maya Angelou: "He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir." Hoy habéis aprendido no solo a hablar, sino a dejar una huella, y creedme: a mí también me la habéis dejado. ¡Ese es el verdadero poder de la comunicación!
Gracias por confiar en OVEN Formación. Ha sido un honor acompañaros en este viaje de transformación personal. Espero veros de nuevo en otras formaciones, como nuestras sesiones de neuroventas o neuronegociación de la escuela. 🌟
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